Para empezar a abordar el tema primero hay que responder a la pegunta de ¿Qué es el enamoramiento? Del cual podríamos decir que: “El enamoramiento es una pasión y como tal organiza la personalidad con el único fin de obtener el objeto que la nutre, el ser amado.” (De las Heras Javier, 2017). Al decir que es una pasión se entiende que esta es una emoción de gran intensidad que inicialmente es el producto de una atracción superficial, basada en un conocimiento poco profundo de la persona a la cual va dirigida y por lo tanto no media la razón. Las pasiones son pasajeras, de la misma forma como surgen con gran intensidad pueden extinguirse. Suelen interponerse al momento de ejercer la inteligencia y la voluntad, por tal motivo se podría decir que no se está empleando la razón.
El enamoramiento surge como un acto no voluntario, es un estado en el que se idealiza a la persona, no se le suelen ver los defectos que pueda tener. Al mismo tiempo diríamos que el enamoramiento es egoísta porque la meta que este persigue es obtener a la persona de la cual se está enamorada, sin una intención de compartir o de entrega por parte de la persona que siente la pasión.
Cuando se habla de amor, aunque esto parezca poco romántico, implica un involucramiento de la razón y no simplemente el de las emociones. La razón nos permite por medio de la inteligencia el conocer y aceptar a la persona tal cual es, con sus virtudes y defectos, no de una manera idealizada; también permite tomar la decisión de si esta persona es la adecuada para emprender un proyecto de vida. Al mostrar esto la inteligencia, la voluntad podrá impulsar las acciones y decisiones que se deben tomar. El conocer de una manera adecuada a la persona a la cual va dirigido nuestro amor, hace que este no se extinga fácilmente ya que conociendo y aceptando a la persona, se ha tomado la decisión de que es a esta a la cual se quiere hacer feliz y de la cual nos importará su bienestar.
El amor implica mucho más que solo “sentir bonito”, incluso algunas veces esta emoción puede no estar presente y aun así amarse a la persona, pues se busca su bien.
Una de las principales diferencias que podemos tener entre amor y enamoramiento es, que el amor puede llegar a ser eterno ya que se necesita tomar una decisión libre, la cual implica entrega. Requiere para que esta se dé, la confianza en el otro y resultaría imposible sin el paso del tiempo, el conocerse a profundidad, aceptarse tal y como se es.
Otra característica importante del amor es que este es fiel. En cambio, el enamoramiento surge en primera instancia sin este conocimiento y aceptación del otro y al ser una pasión no implica que se tome una decisión libre con respecto a la entrega y la confianza depositada, debido a que surge de una manera espontánea, sin que se pueda hacer mucho ni a favor ni en contra.
El vínculo entre ambos es que el enamoramiento es como un primer paso, el cual si logra subsistir en el tiempo e ir madurando (conocer a las personas, sus gustos, sus virtudes, defectos, sus metas y sueños, etc) puede dar como resultado un amor verdadero y maduro en el cual se tomó la decisión de entregarse a la persona amada con generosidad, y con una intención de eternidad, de una manera razonada.
Podemos decir entonces que el enamoramiento y el amor no son lo mismo, y que es importante tener clara la diferencia a fin de lograr relaciones estables y maduras.
El enamoramiento es una pasión, una respuesta emocional de la cual no tenemos mayor control. El amor en cambio es una decisión tomada libremente mediante el uso de la razón, no como una idealización de la persona sino con un conocimiento más profundo sobre la misma.
Normalmente las relaciones inician con una atracción de la cual puede surgir el enamoramiento. La experiencia del enamoramiento a lo largo del tiempo puede dar paso al amor.