Vinimos al mundo para ser felices. Desde que se nace las acciones son hechas con el fin de lograr este objetivo. El camino que lleva a la felicidad plena no siempre es “plano”, muchas veces está lleno de obstáculos que sortear.
A algunas personas se les ha educado para buscar “grandes” cosas y logros, el tener una casa grande, vestidores con gran cantidad de vestimenta, automóviles del año, empresas con grandes ganancias, las vacaciones más caras, una pareja “perfecta”, incluso también puede darse una búsqueda por vivir emociones de gran intensidad. Todo ello lleva a una insatisfacción constante al no poder contar con todo aquello que se ha enseñado se debe obtener para ser felices.
El ponerle demasiadas condiciones a la vida para que se pueda al fin descansar y ser feliz, es una lucha constante y ardua. Las personas pueden sentirse frustradas al no poder obtener aquello que al fin haga que logren lo que tanto añoran.
El sentido de infelicidad tampoco se debe a que se carece de alguna cosa.
El camino que permite ser feliz está más dado no en lo que se tiene sino en cómo se aprecia lo que se es y lo que ya se vive. Hay que disponerse cada día a mirar con calma y vivir el momento presente. ¿Has hecho un recuento hoy de las bendiciones que tienes o tu mirada está enfocada en las cosas de las que careces? Entre más pongas tu atención en estas últimas, vivirás tu vida con una sensación de insatisfacción, desesperación e infelicidad. Agradece lo que tienes y aprende a apreciar las cosas sencillas de la vida como lo son: la sonrisa de un ser amado, el esfuerzo realizado para dar de comer a tu familia, la caricia del viento, una buena conversación, tus dos piernas que te llevan donde quieras, tus ojos que aún pueden leer estas palabras, el sabor de una buena comida, la casa en la que vives que aunque tal vez no es la que soñaste te protege del frío, la cola que mueve tu perro cada vez que llegas a casa, en fin así como estos ejemplos busca cuáles son estas cosas en tu vida.
La felicidad se esconde en lo sencillo de la vida y en la capacidad de apreciar cada una de las cosas y los momentos que vives cada día.