¿Es el juego una pérdida de tiempo?
Los niños dentro de las actividades que realizan cada día deben contar con tiempo para poder jugar debido a que el juego está vinculado con la educación de la afectividad y preparan para lograr objetivos en la vida.
¿Qué es el juego?
El juego se puede definir como una actividad que se realiza con distintos fines como puede ser la recreación o pueden convertirse también en una herramienta educativa.
Durante los juegos los niños pueden imitar, imaginar, ser creativos, explorar, clasificar, perseguir una meta, lo que los ayudará en su aprendizaje en áreas tales como la socioemocional, la física al poder practicar por ejemplo la motora fina y gruesa al atrapar, cortar, dibujar, etc. También el juego resulta importante en el área cognitiva ya que durante el mismo se crean conexiones en el cerebro y se puede trabajar las funciones ejecutivas.
Tipos de juegos
Se pueden clasificar los juegos en los que participan los niños como: los juegos desestructurados en los cuales no existen reglas específicas ni instrucciones que seguir o en estructurados en el caso que se persiga un fin determinado y en el que los participantes del mismo aceptan las reglas definidas, un ejemplo de este último caso son los juegos de cartas en los que debe haber un ganador al final del mismo.
¿Qué beneficios obtienen los niños al participar de juegos estructurados?
Los padres deben procurar desarrollar también las habilidades de sus hijos proponiéndoles “retos” o “desafíos” durante los juegos, los cuales al mismo tiempo deben darse en un ambiente seguro, de manera que los hijos sientan la confianza de poder explorar y con ello aprender. En este sentido, el juego constituye una herramienta importante mediante la cual los padres pueden buscar el objetivo de que sus hijos aprendan a enfrentar de una manera creativa los retos que trae la vida consigo.
El juego estructurado enseña la importancia de respetar reglas y normas, a la vez promueve la resolución de problemas y retos en los cuáles se puede educar la afectividad para poder enfrentar cualquiera de los resultados posibles: ganar, perder, empatar. Los padres deben de enseñarles a sus hijos que hay que darlo todo para ganar, pero que tanto se debe saber ganar como perder y que la vida es una continua sucesión de retos en los cuales ganará unas veces y perderá en otras.
El juego estructurado puede tener muchas formas, mediante el baloncesto o el fútbol se pueden desarrollar habilidades como: compañerismo, competitividad, lealtad, solidaridad, entre otras. Otros juegos más intelectuales como el ajedrez le desarrollarán al niño habilidades cognitivas, de estrategia, paciencia, adaptabilidad a diferentes circunstancias, entre otras.
Los juegos que tienen una estructura enseñan la forma creativa y la actitud de cómo pueden los niños y adolescentes enfrentarse a los retos que se les presenten durante su vida y como proponerse y cumplir objetivos.
Los juegos estructurados constituyen entonces parte de la labor educativa que los padres deben procurar para sus hijos.