¿Te ha pasado que necesitas que tu hijo cumpla con responsabilidades en el hogar como: el lavar los platos, recoger su ropa, tender su cama, limpiar su cuarto, ¿entre otras labores domésticas y no lo hace?
Algunas madres pueden sentirse sobrecargadas con las labores del hogar, debido a que todo el trabajo está puesto sobre sus hombros y los integrantes de la familia lejos de colaborar con estas responsabilidades más bien desorganizan las cosas.
¿Qué es el orden?
El orden es un hábito que permite tener organizadas las cosas materiales, así como: el tiempo, horarios y las ideas. Este hábito permite el ser más eficiente en las labores que se tienen que realizar cotidianamente.
El orden en el hogar permite tener un mayor bienestar en general, debido a que: estar en una casa ordenada es más satisfactorio y puede brindar una sensación de mayor control.
Los hábitos del orden deben ser enseñados al niño desde que es pequeño. Desde los 2 años es capaz de aprender que debe recoger sus juguetes y no dejarlos tirados sin que hayan sido puestos en su lugar, luego aprenderán también como organizar sus tareas, su tiempo, entre otras cosas.
Si tu hijo no contribuye con la limpieza de la casa, debes saber que no todo está perdido, aunque no le hayas enseñado el hábito del orden desde pequeño, es posible que con el cambio de algunas actitudes se muestre más dispuesto a realizar esas labores.
Formas de incentivar a tu hijo a colaborar en las labores domésticas:
- Ten una charla con tu hijo en un momento oportuno y hazle saber que también debe colaborar con las labores domésticas. Explícale el ¿Por qué de esto? Y establece ¿Cuáles? Serán las responsabilidades con las que deberá cumplir dentro del hogar, por ejemplo: el limpiar el baño, lavar la ropa o las que definan entre los dos. La charla no debe ser muy larga, trata de ser puntual en lo que le dices.
- Uno de los errores más comunes es el querer que las cosas se hagan solo a nuestro modo. Si necesitas ayuda para hacer la cena, por ejemplo, puedes empezar por preguntarle a tu hijo si se le ocurre alguna idea para cenar esa noche, al darte una respuesta proponle que preparen juntos estos alimentos. Permite que se encargue de alguno de los elementos de la cena, puede ser la preparación de alguna salsa, trata de no intervenir en la forma que la prepare, aunque esta no sea la manera en la que lo harías. Sólo se deben dar recomendaciones si te las pide. Después de que hayan cenado elogia a tu hijo por algo de la salsa que haya hecho bien. Un punto muy importante aquí es el no criticar lo que hizo o cómo lo hizo. Tu hijo se mostrará más dispuesto a cocinar una próxima vez, si siente que lo que hace es reconocido y apreciado. Debes evitar el querer controlar la forma en la que deben realizarse las labores según tu criterio, dale el espacio para que pueda encontrar maneras de hacerlas según su creatividad. Si consideras que algo de lo que hizo no estuvo bien, no debes brindar consejo en el momento, sino que deberás buscar otro momento oportuno para brindar la retroalimentación
- Otra manera de incentivarle a colaborar en casa con actividades domésticas es mostrándole agradecimiento, aun cuando consideres que la labor realizada fue pequeña. Muestra siempre agradecimiento, por ejemplo: si recogió la ropa para que no se mojara, cuido a alguno de sus hermanos, tendió su cama, llevo la ropa al cuarto de lavado, etc. En este punto debes evitar que tu forma de agradecer se haga de un modo sarcástico. El mostrarte agradecida permitirá que quiera ayudar en casa una próxima vez.
Empieza poniendo en práctica estos consejos, y tendrás más probabilidades de que tu hijo adolescente colabore más en las labores del hogar.