Cuando en una relación de pareja surge una infidelidad, se pone a prueba todos los cimientos de la relación. Este es uno de los mayores retos que se pueden enfrentar. Hacen aparición las dudas, la desconfianza, el temor de volver ser engañado, vienen además preguntas tales como: ¿por qué tu pareja se comportó de esa forma? ¿Si tiene vínculos profundos con esa otra persona? Además de ello pueden aparecer o hacerse más fuertes las propias inseguridades.
Sin embargo, aunque el impacto es real y devastador, no siempre la infidelidad debe dar paso a finalizar la relación. Existen acciones que se pueden llevar a cabo para superarla. En este artículo abordaremos este tema, cuándo vale la pena luchar por la relación y cómo se puede salvar la relación.
¿Qué es una infidelidad?
La infidelidad surge cuando uno de los miembros de la relación falta a la lealtad y confianza que debe a su pareja. Está basada en engaños y mentiras. Existen distintos tipos de infidelidad, pero dentro de los más comunes están:
. Infidelidad física: este tipo implica el tener contacto íntimo físico con alguna persona fuera de la relación. Dentro de este tipo de infidelidad pueden darse besos, caricias, contacto genital, etc.
. Infidelidad emocional: este tipo de infidelidad puede darse de maneras más sutiles, e implica una conexión a nivel afectivo con otra persona con la cual se comparten emociones, secretos o tiempo que debería estar dedicado a la pareja.
. Infidelidad virtual: con la aparición del internet, las redes sociales, plataformas de citas, etc., este tipo de infidelidad se hizo más frecuente. En ella se comprenden las interacciones inapropiadas generalmente relacionadas con imágenes y mensajes de tipo sexual.
¿Por qué duele tanto?
El dolor que se da tras una infidelidad se debe a la ruptura de la confianza que se le tenía a la pareja. Es una trasgresión a los compromisos emocionales y físicos que se habían establecido, lo cual hace que la persona que es afectada experimente emociones no agradables como: el enojo, el rechazo, la tristeza incluso miedo o ansiedad. También se pueden experimentar sentimientos de vulnerabilidad o de poca valía. Todo ello puede intensificar el sufrimiento que se experimenta.
¿Cuándo vale la pena tratar de arreglar la relación?
Decidir si seguir con la relación o no lleva un proceso de discernimiento y el tomar en cuenta que no solo se trata de una decisión unilateral, sino que también ambos miembros de la pareja deben trabajar en forma conjunta para rescatar la relación. Dentro de las cosas que se deben evaluar son: el compromiso que se realizó en primer lugar, por ejemplo, en el matrimonio suelen haber muchos años en común, hijos, promesas, además de que probablemente también han existido momentos agradables y se han superado ya otras etapas matrimoniales.
Dentro de los indicadores que pueden ser de ayuda al momento de decidir si continuar o no, están los siguientes:
. El arrepentimiento sincero de quien cometió la infidelidad: el principal indicador es si la pareja está arrepentida de la acción que cometió y es consciente del daño que realizó. Ello implica reconocer el daño, expresar remordimiento y estar dispuesta a realizar las acciones que sean necesarias con el fin de sanar su relación de pareja.
. Tener bases sólidas en la relación antes de la infidelidad: Si antes de la infidelidad la relación compartía amor, respeto, solidaridad y se contaba con los elementos necesarios para tener una relación sana, entonces este podría ser otro indicador para querer reparar la relación.
. Tener compromiso mutuo para sanar: cuando ambos miembros de la pareja tienen el compromiso de querer seguir juntos y de querer trabajar para superar la infidelidad, es una buena señal para intentar mantener la relación. Esto puede incluir asistir a terapia, establecer límites y comprometerse con el proceso.
El matrimonio como compromiso sagrado
Desde una perspectiva espiritual y emocional, el matrimonio es más que un contrato: es una alianza que incluye el afrontar juntos los momentos buenos y malos. Si bien la infidelidad pone a prueba esta unión, restaurarla puede ser una forma de honrar el compromiso hecho el día de la boda. Para muchas parejas, luchar por salvar el matrimonio es una decisión basada en el amor, la familia y el respeto por este vínculo sagrado.
¿Qué hacer para superar la infidelidad?
Superar una infidelidad es todo un desafío y es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, disposición de parte de ambas partes. Aunque no existe una fórmula mágica y cada pareja es única, estos pasos pueden servir como una guía para iniciar el camino hacia la sanación y la restauración de la relación de pareja:
1. Confrontar la verdad con honestidad
- Hablen con transparencia: La persona que cometió la infidelidad debe ser honesta acerca de lo ocurrido, responder preguntas y asumir la responsabilidad de sus acciones sin justificar sus actos. Aunque es importante aclarar que no todas las víctimas de infidelidad desean conocer los detalles y puede ser contraproducente dar detalles de lo sucedido si es este el caso.
- Reconocer el dolor: Es necesario que la persona traicionada tenga la oportunidad de expresar sus emociones sin ser invalidada. El dolor, la ira y la confusión son reacciones naturales que necesitan ser validadas.
- Evitar la negación o evasión: Huir de la conversación o minimizar lo ocurrido solo prolongará el sufrimiento y dificultará la sanación.
2. Establecer nuevos límites y acuerdos
- Define las expectativas y límites que ambos deben respetar. Por ejemplo, esto puede incluir más transparencia en la comunicación o reducir ciertas interacciones sociales que generen inseguridad.
- Reafirma el compromiso mutuo para trabajar en la relación. Esto puede implicar promesas tangibles, como asistir juntos a terapia o planificar actividades que fortalezcan el vínculo.
3. Trabajar en el perdón y la sanación
- El perdón no es automático: Es un proceso que requiere tiempo y reflexión. Perdonar no significa olvidar, sino liberar el resentimiento para avanzar.
- Reencontrarse como pareja: Inviertan tiempo en actividades que fortalezcan su vínculo, como viajes, hobbies compartidos o incluso citas regulares. Redescubrir lo que los unió inicialmente puede ayudar a restaurar la conexión emocional.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
La infidelidad puede abrir heridas tan profundas que resulta difícil enfrentarlas sin ayuda externa. Acudir a un profesional como lo es un Orientador Familiar capacitado, puede marcar la diferencia entre quedarse estancados en el conflicto o avanzar hacia la sanación de la relación de pareja.
Busca ayuda cuando:
- Las discusiones se tornan frecuentes y destructivas.
- No logran recuperar la confianza, incluso después de intentarlo.
- El dolor y la ansiedad afectan su bienestar emocional o físico.
- Sienten que la relación ha llegado a un punto muerto y no saben cómo avanzar.
En Armonifam, estamos comprometidos con ayudarte a enfrentar estos momentos difíciles. Somos especialistas en Orientación Familiar, Personal y de Pareja, y ofrecemos un enfoque integral y profesional para abordar problemas como la infidelidad. Nuestro equipo te guiará a:
- Procesar tus emociones de manera saludable.
- Explorar si la relación puede salvarse o si es mejor optar por una separación respetuosa.
- Aprender estrategias prácticas para reconstruir la confianza y fortalecer la comunicación.
No tienes que enfrentar este proceso solo(a). Contáctanos para una sesión de orientación personalizada. Nuestro objetivo es ayudarte a encontrar claridad, paz y una solución que se alinee con tus valores y necesidades.
Reflexión final
Superar una infidelidad no es sencillo, pero tampoco es imposible. Con voluntad, compromiso, trabajo en conjunto y el apoyo adecuado, puedes encontrar un camino hacia la sanación. Ya sea para reconstruir tu relación o para reencontrarte contigo mismo, cada paso que des hacia adelante es una victoria personal.
Recuerda: no estás solo(a) en este proceso. En Armonifam, estamos aquí para acompañarte y ayudarte a transformar esta experiencia en una oportunidad para crecer y sanar.